VIDEOsART

 ¿A dónde va a parar?




Nuestro videoarte tiene un significado crítico de la sociedad del siglo XX y XXI, inspirado en el pensamiento de la Escuela de Frankfurt. Es una reflexión sobre la automatización de los individuos bajo el sistema capitalista y un tributo a la idea del arte que tenían estos filósofos. 


En el vídeo, tenemos una protagonista (Eva) que despierta y vive su día a día realizando actividades rutinarias, pero no de manera normativa: duerme con la cabeza en los pies de la cama, lleva calcetines desparejados, expresa su descontento con la rutina en su diario, come macarrones en una copa de vino y con palillos chinos, se sienta a ver la tele apagada, se ducha vestida de fiesta y finalmente se acuesta. Siente que todo lo que hace carece de significado, es un personaje excéntrico que intenta actuar de manera costumbrista pero es incapaz de hacerlo como está supuesto que ha de hacerse. 


La conciencia (Joana) despierta al mismo tiempo que la protagonista, y observa todo lo que hace mientras que pela y corta la manzana, representando el paso del tiempo hasta el final del día. Cuando llega la hora de dormir, el día (la manzana) se ha consumido, y lo único que queda es la semilla, alegoría del recuerdo de lo acontecido. Las semillas, al igual que los recuerdos, con el paso del tiempo se transforman en otra cosa, como el recuerdo muta y hace de nuestra percepción del pasado una memoria subjetiva que no es fiel a la realidad de ese momento. 


Cuando la protagonista se duerme, por fin se libera de la rutina que le roba la individualidad y puede ser ella misma. Mata a la conciencia alienadora, que durante el día la obliga a actuar de una determinada manera que es contraria a su naturaleza y por eso no puede hacer las cosas completamente como está supuesto que deberían hacerse. Al matarla, se empodera por fin y es libre aunque sea solo fuera de la realidad física, en el sueño. 


La falta de libertad que nos auto imponemos según Erich Fromm, sometiéndonos mediante tres diferentes maneras de escapar de la libertad (autoritarismo, destructividad y conformidad autómata) se manifiesta en la protagonista de la tercera manera. Con este videoarte hacemos una crítica al sometimiento camuflado mediante pequeñas libertades falsas y a las también falsas necesidades generadas por el capitalismo en nuestro tiempo. Marcuse estaba en contra de la ‘cultura popular’, por su poder de crear unas masas alienadas sin conciencia de clase, distanciadas de la realidad por la propaganda capitalista. Viviríamos entonces en un sistema totalitario camuflado en una democracia que no nos da verdadera libertad de pensamiento y crea humanos ‘unidimensionales’ sin esperanza ni intención de cambiar el status quo por su incapacidad de ver la realidad y su distanciamiento de ella, concentrándose en actividades triviales. 


Eva Romero y Joana Giner



¿Qué miras?



En este videoarte hacemos una crítica del narcisismo y la vanidad. Tenemos una protagonista (Joana) que observa desde su terraza un tendedero con ropa movida por el viento, mesmerizada por lo que ve y poniendo toda su atención en aquello que hace. La antagonista (Eva) aparece en escena con la intención de imponerse sobre cualquier cosa que esté haciendo la protagonista, para acaparar su atención. Cuando ve que no lo consigue a la primera, y con el ego trastocado, la molesta de múltiples maneras. Después de un rato intentando mantener su atención en aquello que deseaba hacer, la protagonista al final cede y dirige su mirada a la antagonista, que rápidamente pierde su interés en ser el centro de atención, ya que la atención que está recibiendo no es de su agrado, preferiría ser idolatrada. Al ver que el espectáculo que ha montado es contraproducente, su narcisismo frágil queda herido y huye de la situación avergonzada. Es entonces cuando, por fin, puede la protagonista dedicarse a hacer lo que quería sin ser disturbada. 


El mensaje que queremos transmitir es que siendo narcisista y creyendo ser más importante que cualquier otra cosa que otras personas consideran importantes no te hace serlo. Si intentas proyectar esa imagen de superioridad que tienes de ti mismo, probablemente te encontrarás con un shock de realidad cuando los demás no respondan a tu presencia de la manera que esperas.


Joana Giner y Eva Romero




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